Llega la hora de despertar... o de seguir soñando

Lo primero que tengo que hacer es disculparme con todos los que cada día entráis al blog para ver si he actualizado algo. La verdad es que no he venido lo tecnológicamente preparado que quería y creía que sería algo más sencillo conectarme a Internet… pero entre la raquítica infraestructura del país y la apretada agenda a la que nos tiene ‘sometidos’ Guerri (y gracias, porque sino nos estaríamos perdiendo lo mejor de Sudáfrica) me resulta complicado contaros mi día a día….pues eso… día a día. Pero bueno, poco a poco voy sacando cosillas. También tengo darle las gracias a Pablo, por su constancia y especialmente a Rosa por su paciencia y porque sin ella no habría vídeos colgados!!!... Dicho esto, vamos al turrón.

Ya llevamos una semana en Sudáfrica. Os aseguro que parece que llevemos un mes. Habremos hecho (sin exagerar demasiado) 5.000 kilómetros en un Chevrolet Stark (el calimero móvil que viene a ser como el hermano pequeño del Twigo). Está siendo un viaje muy duro para el físico y, la verdad, aunque no comemos muy bien (eso sí, el lunes Gabriel preparó unos ricos macarroni con salsa casera) todo está siendo espectacular.

Tras el gran día de Argentina (que podéis volver a releer si queréis pinchando aquí), era el turno de Drackensbert donde se encuentran los Alpes de Sudáfrica. La idea era hacer un par de visitas guiadas (una a Lesoto, país que se encuentra ‘incrustado’ en el centro de Sudáfrica y otra a las 2ª cataratas más altas del mundo, las ‘Tugela Falls’). Finalmente, únicamente hice una. Con el Mundial todo ha subido y la verdad es que no es tan barato como esperábamos.

El lugar donde nos quedamos a dormir era digno de una de Tarantino. Formado por varios bungalows y una amplía zona de acampada, el Anfiteatre Backpackers fue nuestro hogar durante 3 noches.

El encanto de este sitio no sólo son sus vistas a las maravillosas montañas de Drackensberg, sino su ‘caseta central’ donde se encuentra su concurrido bar. Qué tiene de especial… bueno la verdad es que tiene lo que todos… ¿o no?: pantalla gigante donde ver el Mundial (realmente era un proyector… pero que lujo de visión), un billar, un ‘yakutzi’, un ‘rocódromo’, cervezas de 75 cl. y una ‘miniblioteca’ donde se pueden leer, por ejemplo, cuentos clásicos chinos, en chino.

Antonio, Alfredo y los argentinos (Gabi y Marcos) fueron nuestros compañeros de viaje. La primera noche fue de órdago. Tras 4 horitas de coche… qué mejor que unas cervecitas y unas partiditas de billar… el buen rollo comenzó a fluir, de nuevo. La verdad es que Gabi y Marcos son de esas personas que te encantaría encontrarte en cualquier sitio. Grandes entre los grandes, los argentinos nos tienen camelados...

El sábado, Gabriel fue a la visita a un poblado en Lesoto y yo me lo tomé de relax. Creo que ha sido el único día en el que no he tenido que montarme en un coche. Os aseguro que necesitaba un día así. Me levanté a las 11, cafelito y charlita con Marcos…contemplando la sierra sudafricana; a las 13.00 mundial (creo que jugaba Holanda), unas pataditas y ‘minipartidillo’ con los argentinos… (ganamos 3-1), birras, fútbol, cena (vegetales… por fin), birras… en definitiva…relax…

La verdad es que estamos haciendo mucho, en muy poco tiempo… Y aunque me gustaría contar cada minuto que vivo por aquí, a veces me resulta imposible… creo que incluso estoy algo estresado… jajajajajja… tranquilos… ya se me pasa…

El domingo subimos a las ‘Tugela Falls’. Nos adentramos en la sierra de Drackensberg. Aquello es de una belleza espectacular, las montañas se pierden en el horizonte, acantilados, pequeños caminos y riachuelos helados nos acompañaron durante todo el trayecto hasta las cataratas (en realidad, son un pequeño caño de agua que sale de una de las montañas… pero… oye… están a más de 3.000 metros). Fue un día largo (más de cinco horas de caminata, con sus pequeñas dificultades), pero impresionante. Las vistas, el aire limpio y puro y la demografía del lugar, nos dejó atónitos.

Hicimos noche en el backpacket y al día siguiente… a Jo’burg a ver el España-Honduras… pero antes CHILE. Se puede decir que hemos sido más chilenos que españoles casi desde el mismo momento en el que Suiza le metió el gol a España en el primer partido de la fase de grupos. Necesitábamos la victoria de Chile sobre Suiza (por la mínima, como así ocurrió) para poder seguir soñando… soñando con lo que todos sabéis… que España pueda aspirar a ganar el Mundial pero sobre todo, soñando con que podamos seguirla, por lo menos hasta semifinales (como quede segunda, se nos jode el plan).

Gol en fuera de juego… y nosotros saltando primero y maldiciendo después… y al final se cumple, Chile marca el 1-0 y casi volamos de alegría. Ellis Park, allá vamos… y esto es lo que pasó…